Naxi, la garrapata calzonuda, vivía aferrado al lomo de quien amaba, (su perrita Tula) porque lo mantenía vivo, le daba amor, comida y abrigo. Consumía toda su sangre, calor, y transpiración para mantenerse vivo. Hasta que un día despertó y Tula estaba tirada en el piso, sin fuerzas, y consumida por él. Este mameluco, se aprovechó de la generosidad de Tulita, pensando en subsistir solo él. Todos las demás garrapatas, se enojaron con Naxi, porque ahora ninguno de ellos tenía de donde alimentarse, pero él se creyó el único en esa selva de pelambres. Al parecer, Naxi la garrapata calzonuda, era un pelagatos y ella no pudo ver eso.
Pero Tula sin querer engaño a todos, al yacer en el piso con dolor de muelas, por muchos huesitos difícil de roer en su vida canina. Pero saco provecho a la situación y timorata, se quedó yaciendo en su cucha durante horas para ver qué resolvía la garrapata Naxi. El calzonudo, pensaba, pensaba, y hablaba con las demás, para ver que resolvían, si se iban a buscar a otra perrita o decidían morirse por la falta de lealtad cometida.
Finalmente lo que les esperó fue morirse, por la traición. No se merecían una vida digna, y feliz, solo la muerte les tocaba.
Moraleja: no malgastes, ni descuides aquello que te hace bien. Cuídalo y no uses en exceso. Pero que mejor que un susto para revertir el error.
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